Una respuesta clara sobre cuál es la extensión más adecuada de un artículo para que posicione
Una de las dudas más frecuentes en el SEO es saber cuál es la longitud de una entrada para superar a nuestros competidores. La recomendación más habitual es que el texto supere las 1000 palabras.
Sin embargo, ¿tiene esto sentido? ¿Es siempre más lo mejor? ¿Me posicionaré en el primer puesto si escribo más que los demás?
Aquí intentaremos responder a estas y otras preguntas para que comiences a ver este problema de una forma más natural y para que te adaptes a cada caso en particular.
Antes de comenzar con nada veamos la tendencia general acerca de la longitud de un texto y su posicionamiento en Google.
Según numerosos estudios existe una relación entre la longitud del contenido y su posicionamiento. Dicha extensión también parece también implicar algún tipo de conexión con el número de enlaces que recibe y también con el número de veces que es compartido en redes sociales.
Figuras de gran calibre en el sector SEO como Backlinko, Ahrefs, Hubspot o Moz; han llevado a cabo estudios que apunta de forma bastante segura hacia esa dirección.
No obstante, como suele decirse: no debe confundirse correlación con causalidad.
¿Qué significa eso? Pues que aunque dos hechos ocurran de forma simultánea, no significa que uno sea causa del otro.
Veamos esto un poco mejor.
Si no reflexionamos mejor sobre este tema, podríamos dejarnos llevar por la impresión de que Google valora mejor el contenido con más palabras. Sin embargo, el famoso buscador no cuenta el número de palabras, sólo se fija en las señales que da un artículo mediante el comportamiento de los usuarios.
Es por ello que desde mi punto de vista, existen cuatro causas principales acerca de por qué los artículos más largos suelen estar mejor posicionados:
Aunque un artículo sea excelente, si es lo suficientemente largo, es más probable luchar por más keywords de baja competencia e ir consiguiendo más visitas de temas secundarios. Irán a cuentagotas, pero con el tiempo, Google creerá que el contenido merece más atención.
Si un texto es largo, probablemente sea porque quien lo ha redactado domina el tema. Una característica que cualquier usuario agradecerá y sabrá valorar permaneciendo en la página más tiempo para completar la lectura. Cualquiera que haya hecho un examen sabe que si no sabes de un tema, las ideas para escribir se te acabarán pronto.
Si el post no ha sido creado por el propietario de la web es porque se ha gastado dinero. Alguien que tiene dinero para encargar un texto extenso es más posible que sea capaz de contratar mejores redactores y que también lo tenga para invertir en enlaces y otros recursos para el artículo.
Los artículos largos son por norma general más completos. Esto significará que cubrirán todos los aspectos sobre un tema y que probablemente acompañarán esa información de trucos, multimedia y esquemas. Hay veces que no tienes que ser un experto en algo, sino saber explicarlo de forma más sencilla o visual que los demás.
Acabamos de ver los verdaderos motivos por los que un texto largo suele copar las primeras posiciones.
¿Quiere decir eso que no debo escribir textos largos? No, no me refiero a eso, pero tampoco hay que escribir por escribir. El usuario también se cansa rápidamente del contenido cuando no recibe valor.
Hay que evitar a toda costa el texto de relleno. Para posicionar, una entrada debe atraer al lector en su contenido y en su forma.
Puede ser que en este momento te encuentres con más dudas que al principio. Todavía sin saber tener una respuesta clara al respecto.
Déjame que te lo aclare:
Google NO posiciona mejor los textos más largos. El buscador posiciona aquellos artículos que reciban más visitas, más enlaces o en los que el usuario permanezca más tiempo en ellos.
Ya sé que hemos dicho que los posts largos posicionan mejor, pero no por su número de palabras, sino porque por regla general, los artículos más largos están mejor hechos, explican mejor las cosas o reciben una mayor cantidad de enlaces.
Al final del día, cuando te sientas delante de tu pantalla a escribir un artículo, lo que verdaderamente importa es que seas capaz de hacerlo mejor que tus competidores.
Si un post está en primera posición para una búsqueda, es porque ha hecho algo mejor que los demás para estar ahí. Para vencerle, debemos saber qué es lo que ha hecho y superarlo.
Para posicionarnos en los primeros puestos de las SERPS, lo primero que debemos hacer es entender como han llegado ahí los que ya están.
Aunque existen otros factores de máxima importancia como las visitas recibidas o la antigüedad de la web, al final sólo podemos centrarnos en los dos que directamente afectan al posicionamiento del propio contenido y que podemos controlar (sin recurrir a medios más blackhateros).
La existencia de backlinks hacia un post es un factor de posicionamiento según confirma el propio John Mueller, el mayor representante de Google de cara a los webmasters.
Así que para ver los enlaces que reciben los 3-5 primeros resultados de Google necesitamos algo que nos muestre esos backlinks que una URL recibe.
Una de las opciones que te recomiendo es el Backlink Checker gratuito de Ahrefs.
Nos ayudará a ver cuántos y de qué calidad son los enlaces que recibe para saber si ese es el principal factor por el que se está clasificando en esa búsqueda.
Hay otras herramientas que, aunque no son muy fiables, te pueden servir de guía de forma rápida. Una de ellas es la extensión de Moz que te da el conocido Page Authority (o autoridad de página) de los resultados de Google. Un valor que sirve para dar una aproximación numérica de los enlaces de un post.
Si descartamos los enlaces, lo siguiente que debemos considerar es el valor del contenido de un artículo.
Este aspecto es, si cabe, más abstracto pero más fácil de entender ya que no necesitamos utilidades de terceros, sino nuestro propio criterio.
Para valorar la calidad de nuestra competencia lo que debemos hacer es simplemente hacer clic en cada resultado (basta con los 3 o 5 primeros) y ver cómo de bueno es el contenido.
Esta evaluación del contenido la veremos mejor en el siguiente apartado.
Una vez analizada la competencia, saber cómo superarla es fácil: conseguir más enlaces o mejorar el contenido.
Del primer aspecto hay poco que decir que no se haya dicho ya. Todos sabemos cuál es la principal forma de conseguir backlinks 🎩.
Lo único que te puedo decir es que aunque no sean igual de relevantes para el posicionamiento, existe otra forma de dar señales a Google de qué es importante en tu web mediante los enlaces internos. Si quieres saber más al respecto, puedes verlo con más detalle en el artículo:
Ya hemos hablado antes de que debemos ver en qué es bueno el contenido de nuestros competidores pero no hemos hablado de en qué debemos fijarnos.
Echa un vistazo y observa qué temas son comunes en esos primeros puestos, si aparecen en varios es que tu artículo también debe tratarlos.
Cuenta el número de palabras. Sí, ya sé que te he dicho que el número de palabras no posiciona.
Pero sí que es un buen indicador de la profundidad y el trabajo con los que la competencia ha tratado una keyword. Usa el número de palabras como una referencia aproximada del esfuerzo y empeño que debes poner en tu artículo e intenta que el tuyo sea mejor: más minucioso, más completo, mejor explicado.
Si quieres contar el número de palabras de hasta 15 artículos sólo con poner su URL o copiando y pegando un texto, KWMiner es la solución gracias a su herramienta gratuita:
Otro detalle a considerar es ver la clase de recursos que tiene el artículo. ¿Tiene infografías, esquemas, diagramas, tablas, listas, vídeos, muchas fotos o imágenes únicas?
Si ves algo de eso o incluso si crees que puedes aportar algo nuevo en ese sentido que los demás no tienen, no lo dudes y hazlo. No hay duda de que muchas veces esos elementos superan a textos más extensos.
Si ves que no vas a poder alcanzar los recursos o la calidad de tus competidores (tanto en enlaces como en contenido), no sigas a adelante, ni te preocupes. Crear un artículo así será casi con seguridad un desperdicio de tiempo y trabajo.
Es mejor enfocar tus esfuerzos en otros temas con más posibilidades. Si te interesa este tema, recuerda que tenemos una completa estrategia de contenido dividida en 4 fases para ayudarte a convertirte en un auténtico keywordminer.
¿A pesar de todo lo que te he dicho no quieres irte sin que te dé una cifra? No es lo que estoy intentando hacerte entender, pero si estás empeñado/a en un número o rango específico de palabras, te daré algunas indicaciones.
Ten presente que si estas cifras te parecen exageradas, siempre tienes la opción de escribir menos pero incluir algún tipo de recurso como los que hemos comentado más arriba (vídeos, infografías...).
No quiero terminar sin dejar claro que lo que importa es la guerra, no las batallas individuales.
Si la creación de contenido de mayor calidad es un problema, debes saber que la antigüedad y el número de artículos pueden convertirse al final en el soporte que permita adelantarte a webs con artículos mejores que los tuyos o con más enlaces.
Por supuesto que siempre es mejor un buen contenido que uno mediocre, pero no dejes que eso te suponga un obstáculo. Con el tiempo y más recursos, puedes mejorar artículos, mandarles más enlaces tanto internos como externos y forjarte una base de fieles visitantes que sepan apreciar tu estilo por encima de voces más expertas o mejor preparadas.
¿Es eso justo? No lo sé, pero te aseguro que a base de escribir sobre un tema es como se gana experiencia y maestría. Al final, aunque al principio no merezcas esos primeros puestos, es más que probable que termines por saber de lo que hablas con base y fundamento, y que además sepas expresarlo mejor.
Pasado el tiempo y ganado ese conocimiento, podrás volver a tus artículos que no posicionan y enriquecerlos con un nuevo o superior contenido y que así al fin, puedas dejar de tener que pensar en cuántas palabras debe tener un artículo 😉.
El número de palabras se puede convertir en una obsesión en la que es fácil caer. La extensión de un texto no es un factor determinante para su posicionamiento.
Recuerda que no es la longitud del texto lo que importa, sino su contenido, su forma y los recursos de que disponga.
Al final, la clave está en estudiar a los primeros resultados y superarlos. En cualquier caso, si no podemos, siempre nos queda servirnos de la autoridad de nuestra web para conseguirlo.